martes, 20 de diciembre de 2011

cartas


                                                                 Buenos Aires; 21 de diciembre de 2011.

Faustino querido:
                                    Hoy, ordenando mis cosas, he vuelto a leer tus cartas. Así es que puedo imaginar que ya reconocerás alguno de tus rasgos en la carita de tu nieto, que además te nombra con su nombre. He pensado mucho y de diferentes formas en vos, y en nosotros, este tiempo.
                                   No quiero para nosotros el olvido. No quiero olvidarte ni dejar atrás el relato de nuestra historia. No se me antoja. Han sucedido entre vos y yo, mas que el amor, el sexo, las caricias, los miedos, el sueño de un hijo, el encuentro superando la distancia, el adios. Han sucedido entre nosotros la vida y la muerte, nada menos.  
                                   Sin embargo, es cierto y es terrible que tenemos un destino ineludible y siempre estaremos separados por tu vida y por la distancia entre tu casa y la mía, simplemente.
                                    Así que hace un mes me compré una valija, un vestido nuevo, una cartera cara, zapatos de tacón muy alto y un boleto para un crucero. Como en las películas. Parecía un poco raro porque me embarqué sola donde todos van en pareja o en grupo de amigos. Y como en las películas, el Capitán me invitó a su mesa, para disimularme la soledad, en la fiesta de bienvenida. Y me invitó a bailar. Y bailamos. 
                                    Con el amanecer yo sabía de su dolorosa viudez y él sabía de mi amor desolado. Fue lindo, inocente, aventurado, pensar que nos habíamos encontrado para volver andar acompañados. Dos personas grandes! Ambos sabíamos que no teníamos edad para la ilusión y, sin embargo, acá estoy yo ordenando mis cosas para dejar que una suave esperanza me refresque la vida. No sé cómo escribirlo sin llorar, sin que se me desmaye de despedidas la sangre pero, Faustino de mi alma, te estoy contando que he decidido decirle a José que sí. Que voy a aceptarle la invitación de acompañarnos intentando que el amor nos nazca de nuevo y nos alegre el cuerpo y los ojos. 
                                     Querido mío de casi toda mi vida, guardaré dentro de mi corazón el recuerdo de nuestro romance a destiempo y en la oquedad de mi vientre lo nuestro que no ha sido. Lo prometo con la fuerza de este lazo invisible que nos atará para siempre.
                                       Ahora sí, te mando un adiós que nos abrace enteramente, suave e indescifrable como el aire de la eternidad.
                                       Y aquí me quedo mirando llegar la claridad de mañana en los ojos de ese hombre con el que compartiré el aire, la lluvia, el vino, el pan, la risa,  el cuerpo y la cama, alimentando el sueño de ser felices.

                                                                       Celina


(y mirá! hoy empieza el verano...)
                                     
                                    

15 comentarios:

  1. lindo escribir cartas, curiyú. ciertamente.

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  2. uy! me encantó una carta de despedida con amor pero sin dramatismos ni culpas, un placer meterme en este mundo.

    beso grande

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  3. Lindo las escribís vos!

    Si parece que fueras vos mismas, que esos amores te sucedieran, te fueran propios.

    Abrazo grande mi amiga!

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  4. Le va a doler mucho leerla. Por amor, que la mande sin estampilla.
    D.

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  5. Y mirá, hoy empieza el invierno!

    Ay, amiga mía, me dejaste encogía el alma, y el cuerpito, que ando en la soledad de mi aula, recogiendo cosas antes de entrar al gallinero de mis clases de tarde... y me dejaste con la lágrima a destiempo a mí también!

    Qué lindo cómo lo contaste, tanto que le dan ganas a una de embarcarse en un crucero de ésos, aunque sea sólo en sueños, de escribirle cartas a Faustino, de decirle que sí a José, de... qué sé yo!

    Y de nuevo mis aplausos, y me rindo ante sus letras, doña, lo sabés!

    Un abrazote de los apretados y un besote enorme para que te sientas super acompañada, más aún, en estos tiempos: Navidad, verano, inviernos, qué más da...!
    ;)

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  6. ¡Bien por Celina! Ser feliz no puede quedarse solo en un sueño!
    Abrazo luminoso,

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  7. Esta carta es una belleza, que creo, en el fondo, revela el rasgo del amor verdadero, nada egoísta, las manos muy abiertas, antes las piernas.
    A pesar de la distancia, no ha de pasar inadvertido lo que transcurre en ese río intermedio,precisamente, la vida y la muerte. Un abrazo.

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  8. Una carta inquietante, pasaba a saludarte
    ya llegan estas fechas tan señaladas,
    asi que con mis mejores deseos para ti
    ¡feliz Navidad!
    un abrazo.

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  9. Y....que quiere que le diga. Lo real, lo tangible....alguna vez hay que detener lo imposible. Un beso!

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  10. El contenido de la carta me causa contradicciones... rehacer la vida... algo muy personal...

    Feliz Navidad y próspero año nuevo

    Besos.

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  11. y aquí se termina esta historia de amor imposible, para que siga siendo una bella historia. es que los amores imposibles son siempre así, luminosos a pesar de la vida.

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  12. Muy bella historia. Y coincido en la luminiscencia de los amores imposibles, son uno de los tantos alimentos para seguir adelante.

    Saludos

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