sábado, 25 de junio de 2011

cartas



                                                                                           Villa Angela; 22 de junio de 2011.-
 
 
Mi muy querida:

                          Ay, Celina, Celina! Seguramente, has pensado mil veces que soy un ingrato; que no merezco nada de vos. Y seguramente tenés razón. He dejado que el tiempo pase sin decirte que me acuerdo de vos todos los días y que más de una vez he estado por llamar a Carmen con tu nombre. Pero voy aprendiendo a vivir con ésto, mi amor: con mi mente que te piensa y con mi cuerpo que te añora, mientras la mirada de Carmen anda mirándome por detras de los ojos como buscando la causa de mis largos ratos en silencio.
                          Parece mentira que hayan pasado ya casi cincuenta días desde nuestro encuentro! Tengo tan fresco todo en mi memoria... Te juro que a veces tengo miedo de guardar señales de la pasión que vivimos en esos días. Ahora, serás para siempre el amor de mi vida, no importa lo que suceda en el futuro; aunque quiero que sepas que haré lo imposible por ir a Buenos Aires cada tanto, para renovar toda esa ilusión en cada encuentro. Recuperar el olor de tu piel y la tibieza de tu cuerpo, tu risa, los abrazos interminables, nuestra conversación, querida mía. Todo, todo, mi amor, Celina querida.
                           Sabés? El 14 de junio me llamó Pedro, mi vecino; fuimos compañeros en Malvinas y anda por ahí, como puede con su vida, pobre hombre. Tiene una esquirla en la espalda que no lo deja olvidarse y ha comenzado a fallarle un poco la cabeza. Me llama los 14 de junio aunque nos hayamos visto el día anterior y este año hizo lo mismo. Estaba un poco tomado como casi siempre y lloró al teléfono como cada año de todos los que pasaron. Maldice y llora bajito, sin que yo pueda entenderle lo que dice. Solo lo escucho y maldigo su esquirla, nuestra memoria que no se apaga, esa escondida tristeza insuperable. Y después me quedo como enojado, con esa sensación de derrota que vuelve con los recuerdos. Pero este año, no. Esta vez, mientras Pedro maldecía, yo pensaba en vos, en nuestro encuentro; en la panza de mi hija que anuncia a mi nieto y hasta en Carmen que me quiere así, sin pedirme nada.
                             Aunque yo pienso en vos a cada momento. No termino de agradecer ese trabajo que me hizo viajar a Buenos Aires y todo ese tramiterío que me sirvió de pretexto para dejar a Carmen. Qué maravillosa oportunidad me dieron la vida y vos, amor mío, cuando aceptaste que nos encontráramos! Y luego, esa especie de milagro que sucedió entre nosotros, te has dado cuenta? Nunca dejaré de celebrar esa forma tan natural con la que me recibiste. Esos días tan felices, viviendo la pasión que creíamos imposible. El recuerdo de tus besos, tus caricias infinitas, la seda de tu piel, nuestras miradas, me compensan de la otra memoria, la de la tristeza.
                               Asi que que te ruego que disculpés mi silencio, Celina de mi alma, y que pienses que ahora despues de habernos amado así, de habernos conocido tan íntimamente, será imposible para mí no amarte, aun con la distancia y las personas que habitan nuestras vidas y no pedirte que me ames como ya lo hago yo, para toda la vida.
                                              Te beso con mi boca, mi mente y mi corazón.
                                                                              Faustino

20 comentarios:

  1. MAGAH - Descalzando Palabras-26 de junio de 2011, 10:32

    Si, esa especie de milagro. Esas sensaciones y esa injusta y unilateral manera que algunos tienen de sentir, de amar aun en la distancia con y entre las personas que habitan nuestras vidas.
    Naaa...ya no, sólo puedo decir, "En esas horas te amé. Y es lo más bello que sentí."

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  2. Me quedo con la carta sobre el pecho, mirando el solcito por la ventana. Que muy tímidamente quiere calentar, pero no le sale.

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  3. ¡Ay! esas cartas... son un acto romántico, tan sólo escribirlas.

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  4. …y no para de crecer el grupo de los que alguna vez han amado a la distancia. Esa deformación que históricamente le geografía le ha hecho padecer a la naturalidad del amor, parece ser uno de los tormentos predilectos de internet.

    Ay, Faustino, si consiguieras sacarte esa esquirla de la espalda tu vida se concentraría hacia adelante y la guerra habrá terminado.

    Viva la patria,
    D.

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  5. los amores a distancia, magah, tienen casi el rango de los amores imposibles y ha visto usté que son inmaculados? o casi. abrazo

    cecy: guardala con las del moño azul, sin reticencias. beso

    tracy: y estas son de las "de puño y letra", acto romántico casi pasado de moda, qué pena! gracias por tu visita!

    daniel, querido arty: estos tormentos son predilectos de los románticos, más no son mis predilectos. y eso pone en duda mi romanticismo, se da cuenta que catástrofe a estas alturas? un abrazo alto como usté.

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  6. Cumplia 50 años y se encontraron.....50 días y le escribe......¿Que espera para salir a buscarla en 50 minutos.? Un beso.

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  7. Preciosa carta, el amor puede más que la muerte, la situación está muy bien descrita, y la explosión de ese sentimiento nuevo que ha brotado, incluso a contratiempo, pero lindo y decidido.
    Gracias muchas por visitar mío blog. Celebro conocer el tuyo
    Saludos blogueros, miraluna.

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  8. Aunque esté tapadito, es amor. Nadie puede negarlo.
    Puedo preguntarte si las cartas forman parte de una ficción, si son reales o no? Hay, en alguna parte pasada del blog una explicación? O es sólo el placer de escribir cartas, cartas, cartas, como dice Kafka por ahí?
    Un abrazo.

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  9. Esas cartas son para guardarlas toda la vida y leerlas una y otra vez!

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  10. Preciosa la carta. Como siempre un placer pasar por tu casa.

    Saludos y un abrazo.

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  11. Linda carta. El peligro de esas declaraciones escritas es que dejan a los sentimientos así, congelados, con esa pretensión de inmutabilidad tan arriesgada.

    Un saludo.

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  12. ay, dany! ya pasaron esos cincuenta minutos como los vagones de ese tren que humea a los lejos..., no sé.

    gracias, José Antonio! gracias, eh?

    curiyú-i, cartas, cartas, cartas..., me gustan! la única no ficción es eso de malvinas, para mal de todos. pero Faustino es chaqueño; si tenés ganas, la historia empieza en los archivos del mes de abril. beso

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  13. haifa: mejor no tener tantas cartas para leer y si mas piel para besar. piénselo, bonita.

    toño: gracias, igualmente! y abrazo!

    señor bigud: me gustan mas por promesas que por inmutables. me gustan sus comentarios, también. saludos!

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  14. Contigo a la distancia, amado mío, estoy.

    Digo ... yo contestaría eso si fuese Celina. ;)

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  15. malena: ojalá que esa sea la respuesta, si. siempre me gustás vos, embolerada!

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  16. Cartas, cartas... la vida encerrada en unas líneas, toda una vida, un amor, cincuenta años, cincuenta días, cincuenta horas... qué más da!

    Magníficas estas cartas entre Celina y Faustino!

    Muxutxuak, guapa!
    ;)

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  17. "voy aprendiendo a vivir con ésto"

    esa frase me ha calado hondo, me ha hecho un dibujito, un tatuaje con jugo de limón, parece un lindo pajarito de esos de pico amarillo.

    Besos

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  18. La carta está muy bien pero ahora hay que ponerla en práctica.

    Besos.

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