El 17 de febrero de 2009 el Tribunal Oral Nº4
de La Matanza, Provincia de Buenos Aires, Argentina,
absolvió a Graciela Haydeé Aguirre,
la mujer acusada de haber asesinado a su marido,
el 4 de junio del 2007.
allí está ella
narrando la épica de su dolor
sangre decolorada su llanto
es pequeña
(quién lo diría?)
tiene la mirada oscura e intensa
boca de besar
cuerpo de mujer.
y tiene
atado a su tobillo
un grillo acusador.
allí esta él
pensando.
pensaba yo
en él, pensando.
el Señor Fiscal.
y allí estan ellos
escuchando
tres hombres mirando
a la mujer pequeña
que enjuga lágrimas
y horror.
allí está el Tribunal.
y acá
estoy yo
mirándola en el televisor
sin poderla abrazar.
graciela haydeè aguirre
que para decirte
inocente
te obligamos a matar
soy tu compañera.
a veces, es negra la sensualidad.
ResponderEliminarSi, a veces.
ResponderEliminarY se escucha el llanto.
Besos y abracito Amiga.
Fuerte e intenso tu poema, Miralunas, pero bello, muy bello...
ResponderEliminarCuántas más tendrán que padecer la violencia...cuántas más...
Te abrazo, amiga, me encanta como escribes.
Sin conocer el contexto de esta historia tus palabras llegan con su drama de sentimientos encontrados. Y ese comentario tuyo "a veces es negra la sensualidad" tendría que ir en el texto. Casi que lo resume. Como siempre mis felicitaciones.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo de oso y un besito de mago
Carlos Eduardo
El lado oscuro y amargo del ser humano
ResponderEliminarLa palabra Tribunal me produce escalofríos.
ResponderEliminarNo sé lo que ocurrió y por tanto no puedo opinar.
Besos.
y tantas sabemos de ese oscuro son con que suena el llanto.
ResponderEliminarpero, casi siempre podemos!, has visto, cecy?
gracias, marysol... devuelvocon alegria ese abrazo!
ResponderEliminartalvez que sí, mago, pero....ese pensamiento se me quedò acà. besos
ResponderEliminarese mismo, noelito, ese mismo....
ResponderEliminarme gustan tus visitas, ta sabes, no?
Es que en mi pais, querido salvaje, las cuestiones de familia y las cuestieones penales, son tratadas por un tribunal de tres miembros.Esta mujer no es una mujer especial; es una que ya no pudo otra cosa, nomas. Todas las noches era golpeada junto a sus hijos por ese hombre al que mató con la cuchilla de su cocina, enceguecida de miedo.Por una vez, la Justicia miró lo que tenia que ver: juzgó légitima defensa.
ResponderEliminarCon lo que escribes en tu poema y con la explicación que le has dado a Toro me queda claro el asunto... por lo tanto sólo una cosa ¡qué a partir de ahora Graciela y sus hijos puedan vivir felices!, se lo deseo de todo corazón.
ResponderEliminarBesos.
impersonem, qué linda persona sos, qué linda persona!
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