Tricófero de Barry
Al principio todas lo adoraban.
Esa mirada traviesa enmarcada en un rostro infantil era irresistible.
Y la boca.
Besaba tan bien.
Sabía citar, provocar, retirar, volver, aspirar, distraer, embestir, tropezar, dudar, picar, repicar, imantar, licuar, separar, retomar, zigzaguear, pespuntar, rozar, friccionar, hormiguear.
Marcaba el paso con sus labios llevando a los labios ajenos al abandono, a la borrachera, al derrame.
El problema venía cuando tocaba retomar las rutinas diarias.
Tras días o semanas de embeleso y cama (insuperable, todo hay que decirlo) había que reponer fuerzas.
Comer, vamos.
Entonces, las cosas se torcían.
Al sentarse en la mesa, la mirada pasaba de traviesa a aviesa y el rostro infantil exhibía un gesto ansioso y terrible.
Pronunciado el que aproveche, los cubiertos caían al suelo, se precipitaba un taconeo y el golpe seco de la puerta cerraba la cita.
Barry nunca lograba terminar una cena en compañía.
Por fortuna, Tricia fue la excepción.
Disfrutó de los besos, del jugueteo, de las faenas y cuando llegó la hora de la mesa, la abordó sin temor.
Frente a frente y desnudos.
Él caminó hacia ella y se colocó a su espalda.
Bajó hasta su cuello, la besó, acercó su brazo a la fuente, enterró la mano, depositó una porción en el plato, roció con aceite de oliva y le rogó, chupa, mientras le ofrecía la punta pálida de un lingüini.
Tricia lamió los dedos de Barry y sorbió la pasta con placer.
Sigue, le dijo.
Ella obedeció.
Tricia disfrutaba succionando, se dejaba llevar y usaba las riendas, alternaban poderes, comía entregada con los ojos cerrados.
Sentía que él la guiaba tirando de su pelo, más rápido, suave, para, vuelve, halaba con más fuerza, insaciable.
Así que decidió mirar, deseaba verlo comer, ansiaba saber.
Se encontró con la boca de Barry llena de mechones de pelos.
No eran sus dedos los que asían su cabellera, era su lengua.
Se llevó las manos a la melena.
Ya no llegaba a la cintura sino a los hombros.
No pares, dijeron al unísono.
Acabaron exhaustos y plenos.
Ella acarició su pecho lampiño.
Él jugueteó con su cuero cabelludo.
Dos suspiros sincronizados abarcaron el aire.
Dos pensamientos iguales quedaron sin confesar:
Hay más hambre…
Se miraron y no hizo falta decir palabras.
Volaron a la calle y se hicieron con un cargamento de pastas y de pelucas.
Se encerraron durante mucho tiempo, se amaron, se comieron e inventaron un crecepelo al que llamaron Tricófero de Barry.
O eso dicen…
publicado por Lena Yau en su blog Mil orillas
nota: Tricófero de Barry (click aquí)
Lena tiene una imaginación trasgresora, loca, profunda, divertida, inteligente. Y siempre pensé que si estuviéramos mas cerca seríamos buenas amigas.Ella lo sabe.
ResponderEliminarmi abrazo a la Escritora.
buena elección miralunas. El texto es muy interesante. Desde la idea misma de un banquete erótico muy bien llevado. Felicitaciones a Lena.
ResponderEliminarUd... ud. ya sabe.
besojos pa ud.
Espectacular. No sólo me atrapó lo divertido del final sino que nada indicaba que todo iba para ese lado.
ResponderEliminarPocas cosas disfruto más que ser sanamente descolocado.
Abrazos,
D.
Muy bueno.
ResponderEliminarAplausos para ella.
Y claro para vos, que nos acercas estas perlitas.
Besos.
Esta bueno. Saludos
ResponderEliminarmuy pero muy interesante
ResponderEliminarbeso
Un escrito muy interesante. Muy bien logrado. Habrá que leer algo más de ella, me despertó curiosidad.
ResponderEliminarUn saludo.
Queremos tanto a Lena!
ResponderEliminarLa tipa tira frases cortas como balas. El Bar Mundial, sus gastroparafilias.Se va a China y vuelve mientras vos pensas qué hacer. Y te lo cuenta.Tiene talento, tiene gracia y tiene al Pez Fruta. Tiene gastroperversiones. Tiene gastroficción. Yo no soy marxista. Soy leninista.
Absolutamente recomendable.
ResponderEliminarBesos.
ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
ResponderEliminarmy goodness....!!!!!
Ayer leí el comentario y no caí en esto...
Recolorada ahora mismo...y muy agradecida, MiraLunas, chica de vinos y tapas y sorpresera!!!!
Gracias!!!! Qué alegría me he llevado esta mañana!!!
Y gracias a todos por sus palabras!!!!!!
No sé qué más agregar porque jajajajajaja estoy entre colorada y risueña!!!
Pues eso..gracias, mil gracias por el gesto, por el tiempo que me regaláis al leer mi texto y al dejar palabras escritas que lo engalanan!
besos para todos!
Un viaje por la pasión a través de un texto ajeno... ¿Pero de verdad es ajeno cuando degustamos así la pasión?
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy original y sugerente.
ResponderEliminarbien escrito.
saludos
Miralunitas, lo volví a leer hoy, tiene magia erotismo y todos los condimentos que me atrapan.
ResponderEliminarTe felicito Lena y Miras que sabe elegir muy bien
Estercita