La cita
Otra vez la estación es el punto de encuentro. Ligeros de equipaje, venimos de ciudades lejanas en el mapa. Mas qué importa la distancia, si los trenes nos unen sin contar los kilómetros. El taxi hasta el hotel acelera latidos. Concretamos la cita en una habitación recién abandonada por otros amantes furtivos que olvidaron un grillo dorado junto a la caja vacía de Dúrex, dos billetes de Air France con fechas caducadas y el olor del amor recién diseminado.
Pero el mar está allí, esperando la luna, con su oleaje cómplice en la pleamar nocturna, mientras suena en el bar un piano sugerente. Hasta la habitación fluye la melodía, como un eco lejano. La tamizada luz penetra en la penumbra de una noche incipiente, de estrellas presentidas que acucian el deseo mientras nos desvestimos. Dibujo con mis dedos en tu espalda desnuda palabras nerudianas con la lenta destreza con que Eric Clapton mima su Blackie Stratocaster. Y tú adivinas siempre mis mensajes cifrados que recorren tus venas con un clamor de fuego. La noche nos ofrece los frutos que la sangre riega en nuestros sentidos y apuramos sus jugos con la sed del desierto.
Las olas del Atlántico rompen contra las sábanas y nos despierta el sol.
en esa barra libre la sensualidad brinda con las letras a cada momento. quiero celebrarlos con ellos. salute y gracias, querido Miguel!
ResponderEliminarAsi es. Una barra para acodarse y quedarse un rato más. Un beso.
ResponderEliminarlindísimo
ResponderEliminarLas palabras de Miguel derrochan sensualidad.
ResponderEliminar¡Exquisito!
ResponderEliminarEl punto sensual.
Gracias a ti, miralunas espléndida, por la onda expansiva de tu generosidad que propicia la amistad en este ámbito sin fronteras. Gracias también a los amigos que ya compartimos.
ResponderEliminarEsos son encuentros de novela, que no se nos borran, no.
ResponderEliminarmuy bueno
ResponderEliminarplas plas
Lindísimo!...como dice Curiyú, encuentros de novelas, pero por suerte con nosotros como protagonistas.
ResponderEliminarCreo que aún no te dije gracias por llevarme en un ojal de tu blog.
ResponderEliminarLo digo: GRACIAS!
Precioso, me he metido en el blog al que remites y ha sido imposible entrar.
ResponderEliminarMuy buen escrito. Me daré una vuelta.
ResponderEliminarUn saludo.
dani: cierto que sì? lugar con cierta magia ese blog. beso!
ResponderEliminarvirginia: lìndisimo, si. un abrazo deudor contigo. pero ya nos veremos!
ResponderEliminarmalena: por eso se las robè. beso!
cecy: esa es una exacta definición: el punto sensual. besos.
miguel: ojalà fuera yo tan expansiva como el mar. gracias a vos, por el placer de tus letras!
ResponderEliminarcuriyu-i: lo bueno debiera ser siempre disfrutarlos como eternos, no? un beso
noelito: vos lo aplaudìs y yo lo abarzo, vale? besos, chico!
magah: ustè se lo merece! y ser protagonista de encuentros de novela tambièn! beso
ResponderEliminartracy: pues insistì. cuando aparece ese cartel tan antipàtico, cliqueas un barra libre que dice por ahi. y ya. suerte!
señor vigud: no se arrepentirá! saludos!
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