los dos saben.
se tocan con los ojos.
se besan con el roce del papel
entre expedientes y notas
sonrisas y silencio.
ella a veces le sirve un café:
susurra "una y dos"
la medida del azùcar.
él a veces le analiza
la curva de la cintura.
ninguno altera el orden
de ese deseo opreso.
ya nada sería igual
si eso sucediera.
ni el subte ni el espejo
el perfume la oficina
ni esa mágica rutina.
Así, seguirá siendo un juego. Tal vez ese sea el secreto, seguir jugando para que la partida no termine.
ResponderEliminarPero ronda inequivoca la tentación...
Cómo dice usted!!!
Como dice Magah....nadie arriesga para que ese espacio se mantenga. Miedo a descubrir y miedo a no tenerlo más. Un beso.
ResponderEliminarNada sería igual. Mejor, seguro pero con final.
ResponderEliminarUn beso!
Claro.
ResponderEliminarLa magia hay que cuidarla.
Besos.
cuando menos los esperen...surgirá la chispa
ResponderEliminar¿Has pensado que muchas de esas rutinas hacen que las personas tengan un motivo para arreglarse por las mañanas?
ResponderEliminarDuro... pero más real de lo que a simple vista parece.
¿Cuántos romances se iniciaron en una oficina? Casi me animaría a decir que más que en un bar.
ResponderEliminarEsas complicidades son fascinantes. El amor de la oficina es una locura!
ResponderEliminarCaramba, esa magia tiene un encanto especial, ya lo creo que sí!
ResponderEliminarMuxutxuak!
;)
mmmm, voy a prestar atención!
ResponderEliminarSe me desperto la parte chusma.
magah:la tentación nunca se equivoca, sí. Gracias! besos
ResponderEliminardany: es que la magia siempre es una pompa de jabòn! beso
cronista: pero es que algunos finales.... besos!
toro: verdà que si! beso
ResponderEliminarnoelito: serà esa la consecuencia esperada? abrazo!
ResponderEliminartracy: pensando en èso dije èsto. un abrazo
malena: yo tambièn! beso
curiyú: tanfascinante como la palabra clandestinidad, para esos casos. abrazo!
ResponderEliminaredurne querida: su encanto es lo que la hace riesgosa, tambièn. un beso.
cecy: a veces, no es lindo ver cuando la magia se rompe, como bien sabès.
Los caminos del erotismo son muy locos, y aunque no sean de mi gusto los huéspedes que la han inspirado, reconozco que desde su creativa inspiración, hasta una lamparita quemada puede llegar al orgasmo
ResponderEliminarEstercita
estercita, loca querida. con gente con usté eros no tiene ni qué hacer, por suerte! bienvuelta!
ResponderEliminarA veces imaginar es más intenso que vivir.
ResponderEliminarBesos.
Esa rutina que mata....
ResponderEliminarSaludos!
Tal vez hasta ahí llegue esa atracción, hasta la distancia más corta pero sin contacto directo... es lo que tienen las insunuaciones, alusiones, miradas y esas fantásticas sensaciones. Una agradable lectura.
ResponderEliminarsaludos
antifaz: qué bello trabajo tuviera la pasión si nos animáramos a vivir como lo imaginamos, no? me encanta tu visita, Poeta.
ResponderEliminarToño: esa es na rutina que revive, creo yo. salut!
Esi:gracias! igual me ha pasado en tu blog. bienvenida!