lunes, 23 de abril de 2012

un sonido de pulseras



se miró en el espejo sin saber que esperaba encontrar. se miró con sus ojos apagados por la pena y, sin poderlo evitar, tuvo ese gesto de arreglarse el pelo. tocó sus pulseras como si no hiciera nada, con todo ese dolor de tantos días.
su cuerpo se movía por el sólo impulso de la vida a su lado, y como a cada momento pensaba (pensaba aún?) cómo hacer para que se sintiera mejor. de algún modo ella siempre supo cómo hacerlo, pero ahora ya no lo sabía.

se sentía cansado. ya no soportaba ese olor, esas voces desconocidas, las luces brumosas; el desgano de su cuerpo sin señales. lo peor era el liso silencio de su pensamiento. apenas distinguía el perfume de Cristina, la presencia de su hijo, a veces las voces de sus hijas. nada de todo lo que esperaba escuchar, sentir, decir. nada mas que esa pegajosa oscuridad, y esperar hasta cuándo.
tanto cansancio tuvo, súbitamente, alivio definitivo. sintió esa mano acariciando la suya, reconociéndola entre todas, y la magia de un sonido de pulseras. sabría distinguir las pulseras de Elsa, entre todos los sonidos del mundo. sonrió para su alma. -un suave temblor en la comisura de la boca-. 

y serenamente comenzó a abrirse la puerta del adiós.


13 comentarios:

  1. cuando me diste la triste noticia, pensé en Elsa, sin querer evitarlo. y en el amor. en vos pensé todos estos días, Cris. mi abrazo para las dos.

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  2. Respuestas
    1. ¿Me he perdido algo?,no entiendo nada.

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    2. es un adios de otros. no te has perdido nada.
      no lo habré dicho bien?

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    3. Curiyusito: recibo ese abrazo y lo comparto con mi amiga Cristina,que ha despedido a su padre.
      (esta cosa no me deja responder en el lugar de su mensaje, ufa)

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  3. ...dejando ver ese misterioso camino, el cual no podemos incorporar a la vida.

    Paz.

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  4. triste, extraño y muy hermoso, visitar tu blog es siempre un suspiro de paz y amor, me encanta. Saludos

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    1. gracias, Elora!
      un beso y siempre esperaré tu generosa visita.

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  5. Uf, dolió. En esa bella narración, en ese placer que tu texto nos propina aun en la tragedia de lo narrado. Una belleza, dolorosa belleza. Besos.

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  6. que honor tus comentarios, javier. gracias!
    besos

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