quién pudiera reir como llora Chavela! (Joaquinito)
me fui sin darme cuenta; al principio fue un desgano. después, un otoño con cupido desmayado, sin alas y sin flechas; un laburo que me agrisa de frente y por la espalda; la rutina desmadejada en nieblas matinales y noches desangeladas; esa forma que tengo de encaracolarme cuando me gana el desánimo; retoños de mis elegidas soledades.
y cuando quise acordarme de mi, era una ausente perfecta.
veamos cómo puedo explicarlo: no es que ande yo infeliz, vale? es que ando sin ser feliz. ando en medio de la ausencia.
y la ausencia, queridos míos, no tan queridos, amigos de mi alma, conocidos de letras, gente que pasa, es como una pared pintada con cal: empieza pareciendo blanca, con los días se va tornando apenas gris y cuando podemos verla es como si la hubiéramos pintado con humo; una verdadera porquería que ni para ilusión alcanza, la ausencia.
tienen que saber que tampoco ando triste. a veces me río, inclusive. y hablo de las cosas de siempre y de otras, las del diario, no sé. hasta pienso, a ratos. pero en esto de andar ausente me fui enfermando de silencios disfrazados, de renuncias a decir, de alguna puta resignación.
al comienzo, se me ausentó la mirada. se me durmieron las palabras entre la frente y las manos. y sin que dejara de hablar, se me calló la voz. la ausencia es un cosquilleo que se me instaló en las cuerdas vocales y ya casi ni puedo decir decir.
esta puta ausencia me hizo perderme de los dorados del otoño. apenas si miré una luna que otra. anduve sin emoción por la calle Honduras! mecachendié.
sólo, y de a ratos, la risa de Cleo y el miedo de sentirla en peligro, me desarmó la ausencia. tal vez, el llamado de Cecilia despertándome esa mañana. o la pena de Camilo por estos días. ninguna otra cosa me hacía volver. ni el enojo con el que me defiendo de algunos dolores de amor. qué difícil apartarse de esa baba de araña que es la ausencia.
ay, qué misterios los del alma. qué atrevidos vericuetos los de la sangre dormida de ausencia.
qué lluvia estéril en la piel transparente de la ausencia.
pero ahora se ha muerto Chavela Vargas y algo me ha tironeado en el medio de la espalda.
debe ser que si la vida no le gana a la muerte esos milagreros, quién soy yo para andar ausente, así, como adormecida de la pasión?
así, que he vuelto y ya.
con el cuerpo despertando temblores de abrazos, de letras, de ojos abiertos, de caricias alertas.
he vuelto.
Y yo me alegro de qe estés aquí.
ResponderEliminarUffffffffffff, me alegro, porque su sonrisa y su palabra, nos desestructuran un cacho de tanta seriedad...Un abrazo.
ResponderEliminarLos misterios del alma persiguen a los pies, para que anden, y la ausencia, esa va y viene.
ResponderEliminarY que bienvenida es su sonrisa de abrazo y letras.
Abrazo con remolinos.
Usted vuelve, yo me he ido (pero sin irme del todo, que es una forma de quedarme).
ResponderEliminarChavela me llora No volveré desde youtube. Yo me puteo por escuchar así a la Vargas, pero la disfruto igual mientras le hago los coros.
Bienvenida. La esperaba en la vereda.
Mire que le ha dado una alegría a Chavela. No soy seguidor de su estilo, pero sí del suyo. Y despeje los grises, o pida alguna ayudita, que siempre se puede brindar porque, ya sabés, el día nace para echarse a perder, pero peor es no tener amanecer. Un placer volver a leer lo tuyo. Besos.
ResponderEliminarLa ausencia afila el corazón porque esto le ha salido precioso, a pesar de estar en falsa escuadra. ¡Despierte! Que Chavela nos dejó su voz y somos todos sus únicos herederos.
ResponderEliminarY en Honduras queda otoño porque el tiempo aquí va más despacio. Si se apura por ahí lo ve a Carriego caminando con un joven Borges, que mira todo como si fuera la última vez.
Angelesé, presentesé y desnieblesé, que un milagro la espera en cada esquina.
Al final siempre volvemos a donde nunca ocurre nada.
ResponderEliminarBesos.
Albricias que nos volvió usté, doñita, que ya se la echaba a faltar, no se crea, esas palabritas suyas que salen así, como si nada, y resulta que la dejan a una patidifusa, haciéndole cosquillitas hasta en el alma...
ResponderEliminarAlbricias, sí!
La festejo yo con palmas y volanderas, ya le digo!
Muxutxuak!
;)
Perdón, pero he leído todos sus comentarios. TODOS. Lo que yo siempre digo: "con lectoras como ud, como no esmerarse!". Un beso grande.
ResponderEliminarLuego vengo en son de lector.
Me alegro infinito que hayas vuelto, Chavela haciendo "milagros" desde donde esté.
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