Tuve la enorme suerte de compartir momentos con él, gracias a una amiga que ya no tengo.
No sé si era simpático. Me parece que no. Pero era un tipo de un humor sutil, serio, un pelín irónico, que me encantaba.
Era pintón el Negro, eso sí. Y porteño en la planta.
Me lo acuerdo en una mímica tocando el bandoneón sin bandoneón, que me sedujo completamente.
Tenía muchos amigos. Amigos famosos, amigos célebres, amigos "de antes", de la escuela y del barrio. Y todos lo quieren (a esto lo escribo en presente, si, señor). Eso pinta el verdadero retrato de un hombre.
Tuvo cuatro hijos, dedicados al arte: Tute le copió el talento; Tomás es músico; Aldana, bella fotógrafa. Y Clemente, claro.
Se fue sin irse como se va esa gente que es así, tan necesaria, que no podemos decirle adios. Pero igual, tengo una pena que me decolora el alma y no sé, una necesidad enorme de abrazar a Clemente, que debe estar tan solo, no?
a mi también me da una necesidad enorme de abrazar a Clemente.
ResponderEliminarMiras, Cecy, vamos a abrazarlo de una buena vez
ResponderEliminarQué tiempos aquellos de Clemente. Aun amargos, nos dio risas, el hincha de Camerún...
ResponderEliminarCómo dije por ahí, gracias a él supe lo que era Camerún.
ResponderEliminarUn viaje nada más.
Abrazo!
Aparte de Clemente.....esa páginas en Clarín Revista que compartían con Quino y Fontanarrosa. Dia tiste.....la puta madre.
ResponderEliminarCreo que el fe Clemente fue uno de los primeros álbumes de figuritas que tuve, calculo que seria el 82. De ese entonces le tuve mucho cariño. A él y a los narigones de la ultima pagina de la revista de Clarín (Caloidoscopio) Me gustaba mucho la forma de pintar de Caloi, sus acuarelas. Y me gustaba ese humor nostálgico que a veces mostraba. Al igual que con Fontanarrosa y con Fernando Peña duele de varias maneras porque siento que no es una sola pérdida sino que es una perdida múltiple.
ResponderEliminarMe lleno el alma de dolor.
Abrazo.
¡Qué cantidad de gente dedicada a hacernos reir que se muere joven, che! Fontanarrosa, Abrevaya, Guinzburg, Adolfo Castello, ahora Caloi.
ResponderEliminarDebe ser que Dios anda tristón y los necesita arriba.
Pero que nos deje a alguno, che!
CHUA PAPI TE VOY A EXTRAÑAR...SIC "CLEMENTE"
ResponderEliminarPues eso: Que en el desfile éste INTEMPORAL-PREVISIBLE estamos todos al quite, a ver cuándo nos llega el turno.
ResponderEliminarUna pena por los que se fueron.
Saludos
Vamos a extrañarlo, y a Clemente hay que contenerlo, sí señor. Besos.
ResponderEliminarBonita entrada, adoro a Clemente
ResponderEliminarSoplo y digo:
ResponderEliminarDe tanto mirar la luna,
con ojitos encendidos,
la niña de los latidos
ha puesto su vista bruna,
y mira como ninguna,
con ojos de mar en celo,
porque detrás de su cielo
de rojo brillo escarlata,
trepa a la luna una gata,
con alma de terciopelo.
Lindo homenaje el suyo.
ResponderEliminarUn saludo.
Y... 14.
ResponderEliminarPerdón.
No hay mucho más que decir...
ResponderEliminarUn beso.
HD
No sé quien era pero veo que era querido.
ResponderEliminarBesos.