el quía se mandó
así nomás, sin relojear,
como venía.
había manejado el tiempo
con muñeca perpicaz:
dejó a la patrona entretenida
con la purreta y la tevé
y se vino al soho
a ver qué onda con las naifas
esas, las que escriben,
locas lindas
que milonguean las palabras.
las encontró
campantes de risas,
encendidas y abrazadoras,
coloridas y chispeantes:
encantadas por el encuentro
y encantadoras por la caipira.
(esta luna lo miraba de querusa)
el boliche acompañaba:
coloreadas de trópico las paredes
musiqueadas las almas suavemente
un afilador mirador en la barra
y un mulato reidor y careta
que traía las vituallas.
(la pareja ya no estaba en el rincón)
en caliente maridaje
las cosinhas y la caipirinha
embalurdaban las miradas
el corazón las voces las risas.
y cuando ya la noche bien debute
parecía chamuyar la madrugada
se arrebolaban las mejillas
y parrandeaban las palabras
deschavando travesuras… araca!
que fue un revuelo
de promesas de otro encuentro
un alboroto de hasta luego y nos veremos
se perdieron en la noche las minusas
y el tipo juguetón – que no se juega?-
se quedó con ganas de mas farra
con un esgunfie careteado de sonrisa
se tomó un pire desganado, parecía.
(esta luna lo miraba de querusa)
Imagen: Bar Me leva Brasil-Palermo-Bs.As.