por quedarnos así
jóvenes en los ojos y la mirada
tibios en la piel
bandidos de cornisas
sedosos de sábanas
adoradores de madrugadas
con relojes clausurados
decidimos en claustro
silencioso de caricias y besos
ensayar el embeleso
de hacernos el amor
en cada cosa que hagamos
aun cuando peleamos.
así que hoy
ensayamos con duraznos
que en este verano
los duraznos están de ensueño
elegimos esos dos de rojos
mezclados con dorados
dejando que su frescura
jugara en nuestras manos
y su piel nos rozara
la yema de los dedos ansiosos.
me gustó trozarlos
cautiva en el enriedo de tus brazos
preparar ignorando la prisa
el dulce manjar con pecado
de la deliciosa sensualidad.
ah! que estos bellos duraznos
nos almibararon la lengua
nos recrearon los labios y la risa
derramaron jugos nuevos
en nuestras manos conjuradas
y nos embebieron de amor
el tiempo ritual de los besos.