a Monsiour Camembert,
Monsiour Cabernet
et Madame Cabaret, certainement Es noche de domingo, garúa y frío: un destino ineludible el bar de Sandy.
Cuando Suarez de Luna abrió la puerta con apuro, tuvo esa sensación de llegar que provoca casi siempre ese lugar. Las chicas lo saludaron con un alegre murmullo y Sandy le tiró un beso desde la barra. El sonido del piano le hizo pensar que hoy no necesitaría de su libro.
Había poca gente. El Turco no estaba, gracias a dios. Mmm..., algo no andaba como siempre. El Detective estaba sentado a la mesa de la ventana, lo que significaba algún conflicto. Otro indicador es que lo saludó con un gesto casi imperceptible, sin invitarlo. Mejor así. Las chicas mataban el aburrimiento con anécdotas repetidas en su rincón. Dos o tres parejas..., y ese tipo un tanto raro, con esos anteojos de marco blanco y ja, ja, qué conjunto esos bigotes.
Ocupó la mesa de sopa, vino y libro, percibiendo que esta noche sería distinta.
El pianista lo cambiaba todo. Era extraño el hombre; mirándolo bien, cuando se pasaba el primer impacto de su nariz, algo le suavizaba la cara y tocaba el piano con raro preciosismo considerando el lugar.
La muchacha que se acercó, como una gata (las muchachas de Sandy se movían así, inevitablemente) y le dijo como si le dijera un secreto:
- Sandy te aconseja cambiar la sopa por un camembert que le trajo el Turco de no sé dónde.
Suarez sonrió seducido por la oferta. "Ese camembert es mejor que tu sopa, Sandy?" La mujer le guiñó afirmando, "es mejor. gracias por tu piropo, lindo!" y se rió con esa risa que hizo moverse en la silla al detective.
Cuando iba a contestar, notó que el tipo de los anteojos de marco blanco se acercaba a su mesa con botella de vino y su copa.
-No sé, me parece conocerte y esta no es noche para soledades- explicó con sonrisa y mirada amigables.- Si querés compartimos tu camembert con mi cabernet, que hacen buen maridaje. O vas a tomar sopa?
Suarez de Luna lo relojeó con la mirada de los del barrio de Liniers para lo extraños. Y lo aprobó con una inclinación de cabeza.
-Sandy, que el camembert sea para dos y otra copa. Y ese pan mágico que siempre está caliente!
Los tipos se cambiaron nombres y el "nuevo" curioseó datos del lugar con el amigo de la dueña. Todo lo que escuchó le confirmó la intuición que lo llevó a entrar a ese bar.
- Sobre todo, este es un lugar donde se guardan los secretos.- sintió como un orgullo infantil, cuando dió el aviso- Y ahora tenemos pianista.
El pianista se había mandado con "Garúa", y los dos estuvieron un momento callados. El Detective saludó levemente y se fué, sin mas.
Legó el camembert y el cabernet le puso color y calor a las copas. El pan estaba caliente, qué suerte. Suspiraron y rieron con placer, como si ya fueran amigos.
Se produjo, entonces, esa especie de milagro que sucede siempre en este lugar, y especialmente, las noches de domingo.
Sandy, caminó lentamente hacia el piano, le rozó apenas la mejilla al pianista y los dos fueron cómplices excluyentes con Maybe this time. En la íntima voz áspera de la señora estaba el color del Cabaret.
Suarez de Luna se celebró por elegir lo de Sandy este domingo, el de los anteojos de marco blanco se estiró cuan largo era para gozar de esa magia.
Y el rincón de las chicas se alumbró con pequeñas carcajadas: el Angel de la Sensualidad les cosquilleaba la entrepierna.
Suarez de Luna se celebró por elegir lo de Sandy este domingo, el de los anteojos de marco blanco se estiró cuan largo era para gozar de esa magia.
Y el rincón de las chicas se alumbró con pequeñas carcajadas: el Angel de la Sensualidad les cosquilleaba la entrepierna.