lunes, 26 de septiembre de 2011

domingo



se vistió después de un aseo rápido, desistiendo de la ducha; quería irse.
había transcurrido todo con una crueldad innecesaria.
despedirse de ella justo un domingo a la tarde, lo hacía sentir un imbécil ahora mismo.
habían hecho el amor luminosamente. 
Beatriz estaba feliz como una adolescente: era el primer domingo que estaban juntos.
cuando le dijo que ya no la vería más porque se estaban complicando las cosas con su mujer, ella lo miró como si se estuviera cayendo y le preguntó: "viste que precioso está el geranio que me regalaste?"
luego le volvió la espalda y antes de comenzar a respirar con el ritmo pausado de los que duermen, le dijo suavemente: "no quiero que me avisen cuando te mueras".
él se quedó un momento sentado en la cama, sin pensar en nada. miró un momento el libro cuya lectura habían compartido después de las caricias y las risas de Beatriz, y decidió irse en silencio.
antes de cerrar la puerta escuchó un leve sollozo.
el atardecer de setiembre le asoló el alma.




compartiendo a edward hooper con Ricardo

20 comentarios:

  1. Qué triste me he puesto, tendré que remontar esta tristeza.

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  2. Naaa...esa alma de èl ya vivìa "asolada", apenitas se diò un respiro para sentir a la vida y rapidito, antes de enterarse que es posible vivir de otra manera, vuelve a meter la cabeza bajo la tierra.

    uff...

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  3. Ese hombre parece asolado antes de decidir que debe irse queriendo regresar, ella solloza una nueva vida.

    Abrazo!

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  4. Exclente. De las frases que ella tenía para decir, probablemente esa era la mejor opción.

    Un saludo.

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  5. Estos escritos me dejan un sabor amargo. Bueno, de hecho son amargos. Pero digo, es como si yo hubiese estado ahí. Una amargura particular.

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  6. Suerte que existen los geranios.

    (Y me has dado la respuesta...tantas ventanas adornadas con ello...un arma, un salvavidas, un recordatorio...)

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  7. No sé.
    Él me pareció cobarde.
    Ella, valiente.

    Los geranios siempre vuelven a florecer.

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  8. Del él y ella los geranios que quizás pronto marchiten, pero de usté se desprende toda la ternura que hace tiempo vienen perdiendo los literatos

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  9. Siempre estupenda amiga.

    Buena jornada de sábado.

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  10. Las tardes de domingo deberían ser desterradas. Y tu mirada sobre esta escena, conmueve.
    Me gustó mucho Miralunas.
    Besos,

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  11. Que pecado perder esa luminosidad y dejar todo en una maceta. Alguien debería ocuparse seriamente de la humanidad los domingos a la tardecita. Un beso!

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  12. Cada vez que se cierra un amor, incluso los martes a la tarde, o las mañanas de cumpleaños… son domingo al atardecer.

    Que duela tanto me menciona que es un excelente cuento.

    Un beso,
    D.

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  13. :)

    Seguro que sería inolvidable.

    Besos.

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  14. Jo, simplemente GENIAL, mi querida amiga!

    Me ha dejado un nudito en el alma que...

    Muxutxuak!
    ;)

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  15. el piensa, allí junto al geranio ...es que "¿¿¿alguien debería amar profundamente un domingo a la tarde, y un lunes y un martes y miércoles y jueves y porque no viernes y sábado??... q estoy haciendo yo con mi amor?
    estoy en problemas.con MI amor en maceta.."...

    dulce y claro tu post...

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  16. PABLO FRANKO dice:
    Yo opino que los personajes de esta historia deberían dejarse llevar por sus instintos y revolear macetas y zapatazos por doquier hasta quedar exhaustos.
    Un abrazo Reina

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