noche mas larga la de aquí, en este solsticio de invierno, premiado con una luna que no cabía en los ojos de los que tenemos la costumbre de andar mirando el cielo.
un solcito tibión el de aquí, que se fue quedando de prendedor iluminando el pecho de esas seis minas que ni necesitan de lunas, ni de solcitos tibiones, pero que igual...
por el amor y los amigos, las letras de aquí y de allá, y las risas empujándose con las anécdotas, y las manos como pájaros en bandada con las miradas, siempre con el aquí y el allá, mezclando el café con leche, con las rubias cervezas, y las tazas de colores y Cass.
ay, Cass!... que nos balconeó por todos los paisajes jueveros recorridos y su magnífica forma de entibiar cada relato. de ponerlo al paisito en su tonito amigable e invitador.
y entonces, Cecy que llegó con su alma de tanguera que le tensa la espalda y le dora la mirada, y terminó instalándose entre la aparente calma rosarina de Mónicageminiana, con su profunda forma de mirar y de escuchar y esa ave fénix que sostiene a Sindel con su alma abierta de par en par.
en aquel costadito del balcón de Cass (Cass tiene un balcón florido donde todas tuvimos ganas de quedarnos en solsticio de sol permanente), en aquel costadito decía, Ceci nos endulzaba el momento y a mi me renovaba un poco de mi propia historia, trayéndonos esa tranquila y feliz mujerez, que nos espejaba en el colorido mosaico que las mujeres vamos siendo cada día.
San Telmo y mi amado Buenos Aires, se atardecían recostándose en los adoquines, pero en aquel Cafetín, mi memoria fotografiaba cada instante, hasta que a mi corazón le pareció que estaba en la noche abreviada por el cálido solsticio de la querida Natá, al otro lado de las mismas letras.
alegría extendida de juevera en lunes... y que jueguen los duendes como ellos quieran!
Quiero bailar tango en San Telmo!!! Se las ve maravillosas!!!
ResponderEliminarNo me canso de repetirlo !LINDAS TODAS! cuanto me hubiese gustado estar sentada a vuestro lado, compartiendo esas charlas, esas risas, encuentros de cozazón a corazón. Amistad que acerca las palabras.
ResponderEliminarUn gusto conocer tu rostro, y tu sonrisa franca.
Un abrazo.
Tu acento siempre completa las frases, las formas, las miradas.
ResponderEliminarPorque la amplia sonrisa nos tiene a todas cobijadas en ese gran solsticio de invierno como si a la luna se le antojara ser un ratito verano.
:)
Cómo escribís!!! Me haces emocionar hasta empañarme la mirada y tengo que parar para seguir leyendo estas palabras que entretejes de forma mágica.
ResponderEliminarUn honor ser parte de estas letras que plasman esa tardecita juntas.
Fue hermoso poder conocerte, disfrutarte, mirarte y escucharte.
Ahora me siento diferente al leerte, es como si tus palabras me las dijeras al oído.
Un abrazo gigante!!!
¡Caramba! ¿Alguna vez habia aplaudido al terminar de leer una entrada de blog? Seguramente si. En este caso lo he hecho.
ResponderEliminarBesos.
Qué buenos estos encuentros al amor de la amistad, la reciente y la de siempre...!
ResponderEliminarUsted lo cuenta siempre todo tan bien, doña...!
Muxutxuak!
;)
Visto desde tus ojos, el encuentro es como un eclipse de luna, bello y cercano hasta para los que no podemos abrazaros.
ResponderEliminarUn beso
Qué genial! y bajo la magia del perigeo de la gran luna en solsticio. ¡Estupendas, más que estupendas! Muchos besos y mucha alegría.
ResponderEliminarPero qué lindo lo has relatado, amiga!...emociones a montones evocando esa bellísima tarde de solsticio y encuentro juevero a pleno, bajo el cobijo invernal de un San Telmo que se prestó, amigable y acogedor para nuestro encuentro.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte...y que se repita!
=D
Creo en un solstício aunque sean dos, es uno, aquel calorcito que ilumina los rostros de la amistad, esa de séis al otro lado y la de muchos cruzando en un suspiro océanos. San Telmo y las chicas que hablan con sus sonrisas contentas, cada cual es cada una, Cass, Miralunas, Cecy, Sindel, Mónica,Simona...en el balconeo asomadas, perfume de café, cerveciza, y pose de tango, dulzura, palabras, la vida nos hace estos regalos, cómo añoro Buenos Aires su aire me trae la nostalgia por lo desconocido, pero nunca me será ajeno su aroma callejero, el tesoro de vuestras miradas, rostros mujeriles y bellos con una belleza que comunica y siento muy cerca.
ResponderEliminarMiralunas, miro la luna, la misma y en ella vuestro reflejo en la noche larga o corta, besitos contentos, una por una.
Que emoción participar aunque sea desde la distancia en un encuentro de los nuestros.
ResponderEliminarAlegría compartida y curiosidades satisfechas.
Un beso para las SEIS JUEVERAS.
Alfredo
Colonia nos espera, cálida, histórica, cariñosa, aunque haga un frío de pelarse como el de hoy....:)
ResponderEliminarTus palabras reviven momentos que se hacen breves y eternos a la vez, por la maravilla del encuentro cara a cara, y el abrazo con que se puede apretar y decir, sos un ser humano valioso que me gusta tener cerca.
un fuerte abrazo Marta, mirando siempre hacia nuestras lunas.
Que bonito hacernos sentir esas sensaciones que has vivido con intensidad, ese encuentro que nos genera a todos las ganas de compartir y estar allí entre todas vosotras...
ResponderEliminarBesos!!
Preciosas fotos que reflejan vuestra alegría y vuestra ilusión y precioso tu texto contándonoslo...
ResponderEliminarMuchos besos!!
Acà te veo nuevamente caminando calles de letras y coleccionando afectos...que seguro se quedan!
ResponderEliminarAbrazo enorme querida Miralunas!!
¡lindísima narración Miralunas!!!
ResponderEliminaruna autentica delicia
ResponderEliminarAy Miralunas!!!
ResponderEliminarJajajjaaj, leí tu comentario sobre mi comentario en el blog de Cecy.
:P
Besos.
Me he quedado sin palabras querida Marta, como J. Carlos solo puedo aplaudir tus palabras!! Las mismas que entran en mi alma sin pedir permiso y me traen recuerdos frescos de cafecito caliente y abrazos cálidos matizados con el brillo del empedrado plomizo, y un taxi partiendo raudo en la niebla iluminada que me llevaba de vuelta a casa con el corazón contento, en la nochecita de tu querida Buenos Aires, que también es mi querida.
ResponderEliminarTe mando un fuerte abrazo y espero con ansias el próximo encuentro
Me he quedado sin palabras querida Marta, como J. Carlos solo puedo aplaudir tus palabras!! Las mismas que entran en mi alma sin pedir permiso y me traen recuerdos frescos de cafecito caliente y abrazos cálidos matizados con el brillo del empedrado plomizo, y un taxi partiendo raudo en la niebla iluminada que me llevaba de vuelta a casa con el corazón contento, en la nochecita de tu querida Buenos Aires, que también es mi querida.
ResponderEliminarTe mando un fuerte abrazo y espero con ansias el próximo encuentro
Y brindo, y disfruto de vuestra ternura. Belleza de mujerez, sin duda. Besos.
ResponderEliminar