el diario "Debate Pregón" de Gualeguay, nació de la fusión de los Diarios Debate y Pregón. fué en esa época que Margarita Gamboa y Juan José Salatino se miraron por primera vez así como deben mirarse dos personas predestinadas.
Margarita sigue siendo la mina más linda que haya habido como secretaria privada de alguien en Gualeguay y Juan José es la persona que más saba de imprentas en la ciudad, y eso se respeta aún hoy cuando ya no existe aquel mágico olor a tinta y por eso mismo; sumado a su forma de ser misteriosa y bohemia.
nunca se rozaron sus manos ni sus miradas dijeron nada que cada boca se callara, pero fueron teniendo entre ambos una intimidad de silencios y percepciones que los ha mantenido solteros y solos, acompañados de las nimiedades cotidianas que fueron anudando como un tejido indestructible.
Juan José se quedaba hasta tarde en el diario, en una rutina aceptada por todos y ese jueves hizo lo mismo, sin importarle que fuera víspera de su cumpleaños. y con más razón.
cuando a su pregunta sorprendida ("señorita Margarita, que la trae a esta hora?") recibió tal mirada de reproche, don Medina hizo un pequeño gesto de disculpa y siguió dormitando su vigilia de sereno.
Margarita caminó decidida y sin pensar en nada hasta el único escritorio iluminado, y apoyó sin pedir permiso la dos copas heredadas de su madre y la botella de champagne que guardaba desde la Navidad, cuando no se había animado a hacer esto mismo.
él la miró como nunca, tomado de sorpresa, y le preguntó como pudo, torpemente:
-qué hacés acá, a esta hora y con todo eso?
y ella le explicó con la voz con que siempre había querido hablarle:
-vine a festejar tu cumpleaños que recién empieza, querido. ya estamos viejos, no? mirá si te morís un día sin que yo te diga que siempre estuve enamorada de vos o me muero yo mañana sin pedirte que me beses.
doña Elba no supo qué pensar a las seis de la mañana cuando tuvo que limpiar ese desbarajuste de copas caídas y botella sin descorchar, incapaz de imaginarse un beso atropellado de tiempos recuperados, escritorio del señor Salatino de por medio.
cuando se lo contó a don Medina antes de irse, él dijo que le había parecido escuchar risas, pero que no sabía de quién. y sonrieron.
lo demás es otra medianoche.
N/A: todo es ficción. personajes y situaciones. cualquier coincidencia es mera casualidad.
N/A: todo es ficción. personajes y situaciones. cualquier coincidencia es mera casualidad.
otras historias en el DAILY
Gracias por sumarte a la propuesta (y la yapa de ubicar tu relato en un redacción...!!)
ResponderEliminarsaludos cariñosos
Buen relatoque puede continuar en otras mediasnoches.
ResponderEliminarEn el amor hay que tomar siempre la iniciativa. y si ves que se te escapa, todavía más. Buen relato, y muy bien expuesto.
ResponderEliminarLas mediasnoches, son mágicas, y para este menester son fabulosas.
Saludos.
La mejor hora para los encuentros, las medianoches. Besote
ResponderEliminarMaravillosos momentos íntimos de silencios y percepciones.
ResponderEliminarHizo bien en aprovechar la ocasión y poner claras las cosas.
Besos
Hermosa historia de amor de una noche, o quién sabe si irán por más. No hay que guardarse nada porque no se sabe lo que puede pasar mañana.
ResponderEliminarMe encantó!!!
Un beso enorme.
Ah! que bien que se decidió la doña, eso de que la vida pase sin que el amor nos roce,eso no puede ser.
ResponderEliminarBellisimo señora Miralunas.
Un abrazo y ni que decir, que si la ocasión se pinta, tomaremos un vinito, charlaremos y reiremos mucho, pero mucho, mucho.
Bueno, a veces a alguno le hace falta un empujoncito,y en este caso fue así. Después de esos silencios y miradas, solo les faltaba que el deseo se cumpliera, y así se hizo.
ResponderEliminarMuy bueno
Un abrazo
Las historias guardadas secretamente en redacciones y en lo profundo de la noche... Un abrazo.
ResponderEliminarPreciosa historia de Amor con final atropellado. Como no podía ser de otra forma, después de tanta timidez el Champagne puede esperar.
ResponderEliminar¡¡Yo quiero una parecida!!
Besos
Me ha encantado. A cuántos y cuántas no nos habrás pasado algo similar. Durante años ocultando cuanquier pista que delate lo mucho que deseas a esa persona. Amores imposibles porque nos aterra amar y por eso preferimos querer. Por cierto, la botella apareció sin descorchar ¿acabaron en la cama? jeje. Un saludo.
ResponderEliminarQue belleza hay en el amor cotidiano, lejos de Romeo y de Julieta. Me ha encantado tu historia.
ResponderEliminarUna historia para soñar, desear, imitar, transcribir, o vivirla!!!! Hay que aprovechar esos regalos de la vida, como disfrutar de tus bellas e inspiradas letras!!!!
ResponderEliminarbesos y buena semana!
Meda que entre esos dos, aquella noche hubo mucho más que un beso! jejeje
ResponderEliminar=)
Hermosa historia!
¡Qué bueno! Con ese estilo tuyo que tanto me gusta, ese epílogo (lo demás es medianoche), una historia extraordinaria de sentimientos normales, que disfrutamos leyendo y que los personajes disfrutaron, a tenor de como dejaron la redacción.
ResponderEliminarBesos.